¿Puedo confesarte algo?
Recaí en el vicio del tabaco y el alcohol después de haberlo dejado de lado por un tiempo.
Es... Raro, ¿sabes?, porque creí que ya lo tenía dominado o algo así, pero parece que solo estaba haciéndome la fuerte, porque me gusta mucho sentirme mareada, desconectada, sacando humo por la boca como un dragón, perdida de todo lo que soy en verdad.
Quizás, como dirán ahí, estoy tratando de alejarme de la realidad porque no me gusta cómo la estoy llevando y por medio de éste mecanismo de defensa es como lo estoy consiguiendo.
Tal vez sea un poquito, poquitito cierto.
Ahora, que ya llevo una semana y días sin alcohol ni tabaco, me siento vacía...
Pero no me importa.
Ya nada me importa.