Creo que ya lo he dicho infinidad de veces, pero lo seguiré repitiendo hasta que me aburra, pero en éste tipo de entradas es dónde me gusta poder expresar todo lo que soy, lo hago sin necesidad de estar cuidado mi lenguaje y se me puede salir lo vulgar en cualquier ratito. Sí, quizás eso no sea bien visto en una «señorita» y por eso muchos de mis amigos me tratan como hombre; es gracioso, pero a fin de cuentas, no me importa en absoluto. Es mi vida, soy yo, son mis sentimientos y quiero dejarlos inmortalizados aquí, en un espacio que casi nadie conoce, que tiene menos de 5,500 visitas en los cinco años que lleva ya vivo éste proyecto, así que... ¿Qué me queda?, claro, aparte de leerlo todo yo sola una y otra vez cuando me gusta llenarme de nostalgia.
Mira, en serio no me creo el haber escrito todo lo de arriba en menos de 5 minutos, soy una máquina si se trata de escribir. Estoy orgullosa de mí, soy la mejor.
Pero pudieses verme para escribir un libro.
¡Más de 6 años de trabajo!, ah... Qué fracaso ese.
Pero igual, aunque no venía a hablar mucho de eso, sino que de mi vida y demás tonterías.
Por ejemplo, ahora que escribo todo esto (es lunes, son las 10:23 a. m.) estoy evitando en todo su esplendor las tareas de la universidad. Digo, las tareas son simples, sin tanta vuelta que dar, lo malo es que todo el contenido de las mismas debe ir escrito a mano y mi letra es un total asco (cuando no la hago con ganas, claro está), así que... Aquí me tienes, escribiéndote mientras escucho ese género de música electrónica que se supone que me anima, el bendito y desvalorado: Drum and Bass. (¡Viva Liquicity, wuuuu!)
Bueno, ahora que ya me dediqué a recopilar la información de la tarea para después pasarla a mano, son las 11:24 a. m. y mágicamente tengo hambre.
He de comentar que hace ya más de un mes que no como nada bien, a mi familia le preocupa mucho eso, pero solo ingiero comida cuando me da hambre; o sea... Más o menos una vez al día. Todos mis conocidos se asustan al verme más delgada (que antes parecía una pelotita abrazable y ahora soy como una rama torcida de un árbol). Quizás no debí hacerlo, esto de dejarme llevar por mis instintos animales y satisfacerme cada que me da hambre (cada nunca)... Es que antes todo era tan diferente.
Cuando se trata de comer, puedo atragantarme como si tuviese dos estómagos, solo una persona me ha visto hacerlo y hasta se asombraba que podía comer más que su persona. Era gracioso, bastante debo decir. Pero ahora ese animalito que desbordaba gula hasta por los poros, como que ya se calmó, se murió o se quedó trabado en algún restaurante comiendo todavía.
Y otra cosa, con esto relacionado a la universidad, ahora me decidí estudiar en las noches.
Es entretenido, es otro mundo completamente; nada de tonterías infantiles como era la jornada matutina o de presiones sin sentido como en la jornada vespertina.
Sé que en parte me jodí muchísimo por el hecho del transporte (a la hora que salgo, ya casi no hay) ya que la universidad me queda al otro lado de la ciudad (yo vivo al norte, la universidad queda al sur, unos... ¿Qué?... 10 o 15 km más o menos [no reviso datos reales porque me da mucha paja]) y eso de salir a las 8:30 - 9:00 no es bonito. ¡Pero ya qué!, soy feliz ahí ahora y ya nada me puede hacer cambiar de opinión (aunque el licenciado que me deja tareas hasta por los codos... Bueno, no queda otra), hasta mencioné a unas amigas que estudian por las tardes que, de haber sabido cómo era el ambiente en la noche, jamás las hubiese conocido (ellas solo se rieron de mi chiste barato y luego pude ver sus caras de enojo [tan lindas que son las niñas, las tkm]).
¿Sabes de qué me gustaría hablarte?, de mi gran problema con estas cosas artísticas que hago.
Ya muchos saben que dibujo, que escribo, que hago graffiti, que se «cantar».
Pero en lo que más he «««destacado»»» durante mis diez y algo de años que llevo haciéndolo, es en los dibujos (y ahora en lo del graffiti, que literal, va de la manita y pasándose el chicle de boca a boca con el dibujar), voy poco a poco, no quiero tragarme al mundo de una sola mordida (y aparte porque, sé que no se puede por más que lo intente).
Desde... Más o menos el año 2012 (cuando mis dibujos eran una mierda y apenas tenía una que otra persona a quién enseñárselos [porque le gustaban o por mero, puro y duro compromiso]) empecé a ofrecer «comisiones», eran dibujos simples, tipo anime o «chibi» que le dicen a precios casi regalados, ¡en serio!, normalmente por un dibujo así a lápiz, mucha gente cobra 15 dólares, yo, en lo que me concierne, estaba cobrando 3 dólares.
Es muy triste recordarlo la verdad, nadie me compraba nada, mis amigos no me apoyaban, mi familia menos...
No ha cambiado mucho la actualidad comparándola al pasado.
Me puse más seria con ésto de las comisiones (ya que no puedo hacer graffiti [o murales, vaya] por la falta de dinero, las latitas/pintura son bastante caras), ofrecí dibujos digitales, a lápiz, entintados, en estilo tatuaje "blackwork", stickers para Whatsapp, lienzos «al» acrílico, pines, playeras, posters, stickers; todo personalizable al gusto y gana de quién me lo pidiese... Casi qué me ponía a ofrecerme también ahí, era como «dame de comer y yo, a cambio, puedo hacer lo que se te antoje de lo anterior descrito».
Pero sigo en lo mismo.
¡Eso sí!, he de quitar de ahí a una pareja de amigos, un par de personas únicas (a las que admiro y quiero montones) que siempre están apoyándome, comprándome cosas y enseñándole a los demás mis dibujos. Al igual que a otro amigo, que me pidió unos stickers y pines para satisfacer a su "friki" ser.
Quizás ellos tres son los que más me han estado apoyando en general, de lo contrario, seguiría en lo mismo de no hacer nada porque simplemente, me ignoran.
[También tengo que quitar de ahí a esas personas y amigos que con sus palabritas de sabiduría (¿) siempre están apoyándome].
Recuerdo una vez haber escuchado a un licenciado en la universidad hablar sobre la Psicología Clínica, especialidad a la que muchos estudiantes de mi escuela ingresan y al final, resultan haciendo nada. «Es porque ustedes no se mueven, el psicólogo clínico debe encontrar lugar dónde desenvolverse, promocionarse, hablar con gente conocida para que lo refieran y que sus clientes lleguen a él, de lo contrario solo estaría sobre su escritorio todo el día esperando a que llegue el aire a tocar la puerta de su oficina».
Desde que lo escuché, tomé eso como base para que me ayudara con ésto del arte. Quiero lograr ser algo así como Zen1t, Byron Zúñiga o como tantas otras personas que han tenido la oportunidad de lograr hacer lo que les gusta en mi país... Quizás en parte, la culpa no la tenga la sociedad en general (como solía decir), sino que es el círculo de gente con el que estoy; quienes aparentan ayudarme cuando en realidad, les da igual en absoluto lo que termine haciendo ya que se centran solo en ellos y quienes deben realizarse son ellos, los demás importan nada.
Y sí, vaya, que quede claro que quiero aprender a tatuar también; ese es otro gran sueño que anhelo cumplir.
Aparte de querer morirme a los 27, sí, super normal.
He hablado ya con dos personas acerca de lo tonta que puedo ser en cuestiones emocionales.
Creo que es... Demasiado obvio estar hablando de eso aquí, pero ya qué, lo haré de todos modos.
Ellos dos, llegaron a la simple y vana conclusión de que, «tengo un corazón noble y atento, lleno de buenos sentimientos pero no con dirección a mi persona».
Cuando los escuché/leí, en parte entendí mucho de mí y por otra parte me molesté demasiado.
¿Y por qué carajos te molestaste, Jannelies?
¡Es que no es cierto!, mira, sí puedo aparentar que me odio y todo el asunto por esos chistes de que me quiero matar, que soy una mierda, que esto y aquello pero... ¡Tengo ego!, demasiado... Debo decir.
« ♫Me miro en el espejo y veo mi roooostrooo ♫» para sonreírme, me gusta agarrarme la cara como si fuese plasticina y reírme de las cosas alienantes que soy capaz de hacer, me gusta ponerme ropa ajustada para después decirme que me veo preciosa, muchas veces pienso que la gente no sabe lo que se pierde al no estar conmigo (tanto en amistad como en cosas amorosas y'know)...
Pero no sé, creo que muchos no entienden ese problema que tengo, que generé por que en mi familia no podía hacer eso, porque era mal visto por todos y porque ahora, la única culpable de todo, soy yo.
Es fácil, posible y sencillo de dirigir; en pocas palabras y sin dar toda una explicación (que si la voy a dar) es que, como no tengo con quién desquitarme, lo hago conmigo misma.
Al momento de enojarme, me olvido de quién soy, de qué hago y por quién o por qué fue que me enojé. Me quedo callada, tratando de contenerme, de decir algo, así que evito a toda costa hablar con esa persona o pensar en esa cuestión. Al darme cuenta de que mi cabeza sigue dando vueltas al asunto y no puedo dejarlo en su lugar para que no me siga molestando, termino rematando conmigo misma. Que las cortadas que me hacía antes, que arañarme el cuerpo con mis uñas, que hacer dibujos con líneas fuertes y escribir sobre los mismos hasta que no se entienda nada, gritar, llorar, golpear las paredes y mi cama a simples puñetadas...
Tengo mucho miedo de que alguien alguna vez vea eso en persona, o sea, hay personas que lo saben pero nunca han estado ahí para verlo (o quizás sí, no me acuerdo). No me gustaría que resultase lastimado por mi culpa.
Y sí, ya sé que alguien va a preguntarse: «Lies, ¿por qué no vas con un psicólogo a tratarse eso?».
Ya he ido, cariño, no me funciona nada... Bueno, tal vez sí me ha funcionado uno que otro sistema en psicoterapia pero, no es aquello que me dure por buen tiempo como esperaría... Además, sé muy bien cómo es que funciona la psicología y, por eso mismo, mi inconsciente hizo una barrera ante todo lo que hago en terapia.
Agh, que soy un caso invaluable para los loqueros...
Ya quitando todo eso, me gusta mucho ser amable con todos, los amo a todos pero más a mí misma porque soy la mera verga y nadie me merece
No hay comentarios.:
Publicar un comentario