Pasaba a dejar una marquita de mí ya que tengo tiempo porque, bueno, hay espacio para poder publicar algunas cosas en el blog y demás. Últimamente me he sentido culpable al no publicar cosas acá, es como... Si me faltara algo, no sé... Extraño un tanto el 2014, el tiempo libre, la soledad...
Pero bueno, dejemos eso de lado.
Hoy...
Hoy.
Hoy te voy a hablar de varias cosas que han acontecido en mi vida (no voy a tratarlas explícitamente como en publicaciones anteriores), si no que... Todo va a ser descrito desde mi punto de vista a como han ocurrido y demás. Así que... No te asustes, no hay drama* y todo estará bien.
Ve por algo de comer, beber y busca buena música que acompañe esto.
*Sí habrá drama, asústate.
Casi que te regalaré una bonita clase de filosofía, jajaja... Filosofía... Necesito morir.
— ¿Sabes?, me causa tanto asco
ver qué tan podrido está el mundo.
La típica frase que cualquier pesimista en su mediocre vida suelta, aunque no tiene un por qué NO hacerlo.
[De por sí, el mundo no está podrido -y lo dije en una publicación anterior- es la repulsiva sociedad que habita en él lo que le hace podrirse poco a poco.]
Poco a poco he ido conociendo más de las personas mientras más comparto con ellas. No importa el ámbito en el que me encuentre, siempre habrá algo de lo cual me pueda quejar.
Sí, quejar.
Todos se excusan con esta charada de que el ser humano es imperfecto, que comete errores y todo lo demás; no está en lo incorrecto, está de por sí explicar que ya todos lo sabemos. Como eso de que somos únicos de igual forma que los demás. Pero, por lo mismo no debemos usar eso como excusa ante las estupideces que uno mismo comete, algunas veces, de forma consciente.
Probablemente la gente no premedite las cosas que piensa hacer para con los demás o consigo mismos, pero... Ese es uno de los punto que me gustaría tocar aquí.
La estupidez humana.
No digo que solamente unas cuantas personas la tengan. No, todos nosotros de por sí tenemos algo de estupidez por dentro y la sacamos
De verdad que me gustaría tener permisos legales para poder abrirles el cráneo y poder ver si todas las conexiones neuronales de su cerebro están funcionando correctamente.
Por otro lado, las mentiras. ¡Ah, mi tópico por excelencia!
Todas las personas que han conversado conmigo, saben que siempre tengo en la punta de la lengua ese tema. Porque realmente es algo que me patea con fuerza los intestinos.
Sí, todos usamos las mentiras, es una forma «eficiente» de salvarnos el pellejo ante cualquiera de nuestras intenciones, por más limpias o sucias que sean.
¡Pero tampoco hay que excederse, caramba!
Es cierto que se le puede dejar caer la culpa a alguien más con las mismas pero, tampoco son como para evadirse de todo problema habido y por haber.
No, nadie va a creer absolutamente nada de lo que digas si sigues viviendo de mentiras dentro de la gran mentira que es tu vida.
En algún punto de esa mentira, todos se darán cuenta de lo vacío que estás realmente.
¿Alguna vez has escuchado esa expresión «con un pie en la tumba y con el otro se tambalea»?
Es increíble, pero he experimentado y observado esa sensación mil y una veces en estos meses. En todo el año anterior.
Me acerqué al lado más vulnerable de la humanidad.
Su enfermedad, su debilidad.
¡Y conste que lo he hecho sin querer!
Todo mundo se queda con la boca abierta y otros dicen «te comprendo perfectamente» cuando digo que he sentido cómo me voy despegando de mi cuerpo.
Pero en sí, ese no es el asunto que quiero tratar.
Sino, eso... Ese miedo que siente la gente al tener a la muerte detrás de ellos.
A nadie le gusta sentirse perseguido y peor teniendo en cuenta de que su vida corre peligro.
Es interesante eso, cómo el ser humano por instinto puede huir o hacer algo en contra del peligro que le acecha. Cómo puede preocuparse tanto si uno de sus semejantes se encuentra débil.
A cuánta gente no vi llorar, rezar, sufrir, pedirle a su ser querido que luchara por su vida.
A cuánta gente no vi morir...
Dicen que sirve de mucho cuando te olvidas de tu pasado, de las personas que estuvieron en él, de las cosas que se fueron con él, de quién fuiste...
¿Pero qué hay de esas veces en las que te sientes como si estuvieras bajo tierra y aún respiras?
Hubiera sido mejor la práctica de la autopsia, ¿no crees?
Es injusto cómo algunas veces te «trata» la vida.
Bueno, eso digo yo siempre.
Aunque todo sea visto desde el punto en el que «te ganas lo que das», que es más inexistente que el amor sincero en los demás en la actualidad, cof cofahoratodosefingecof cof.
No sé, la gente hace con su vida lo que se le da la regalada gana.
Por eso unos trabajan, otros estudian, otros se suicidan, otros se drogan y otros solamente existen.
Y ahí me voy yo también.
¿Crees en las energías positivas y negativas?
No, no, no, no estoy hablando de baterías, nubes, placas tectónicas o algún otro tipo de fenómeno natural.
Siempre que sientas que no puedes respirar, que te pesan las piernas al caminar o que algo pesado cae sobre tu espalda, cierra los ojos y sal de ahí.
Ese no es tu lugar.
Tú no perteneces ahí.
Desde que inicié clases en la universidad, he pensado constantemente que los humanos tenemos una percepción única e irrepetible de lo que pasa en la realidad; es decir, está tú realidad, mi realidad, la de los demás y la realidad general que se ubica en el centro de todas las anteriores.
Por ejemplo, ahora estoy escribiendo esto, lo estoy leyendo y traduciendo a palabras simples en mi cabeza mientras estoy recostada sobre mi cama con una sábana cubriéndome los pies, escuchando música con mis auriculares y con mi laptop sobre mis piernas. Todo bien hasta ahí.
Pero esa es mi percepción, no la realidad.
En la realidad puedo estar escribiendo cosas sin sentido o simples letras como «lsñkdjflñksjdf, lkdjfkjd klsdjf, ¡lsdjflksdjf!» mientras estoy moviéndome aleatoriamente, gritando o alguna otra cosa por el estilo. ¡Y lo mejor [o peor] del caso, puede que tú estés compartiendo parte de mi percepción al leer esto!
Todos nos consideramos personas normales.
Sí y está bien, porque eso es lo que nos han hecho creer todo el tiempo. Los medios, las demás personas, las mentes superiores... Blah blah blah.
Y no digo, «hay que regirse mediante las leyes morales de la sociedad», porque en realidad lo aborrezco; sino que... No lo sé... Simplemente me es extraño.
Cómo se ha de ver cada persona dentro de sí misma y cómo se comporta en realidad.
Nadie está conectado a lo que es realmente.
Y eso es lo más interesante de todo.
Eso puede explicar muchas cosas...
¡Y eso es todo por ésta publicación! Quizás te licué unas cuantas neuronas pero sabrán bien con un poco de azúcar y agua. Aliméntate bien, eso siempre sirve.
Espero podamos volver a leernos en una próxima publicación. No prometo ser constante por acá pero, haré mi mejor esfuerzo. Esto de ser una adulta responsable quita muchísimo tiempo. (?)
Ten un buen tiempo vagando por ahí, cuídate mucho y te mando un fuerte abrazo.
¡Hasta la próxima!
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