Algunas veces me gustaría comprender a las personas que habitan al mundo.
No sé, son tan cambiantes, drásticos, efímeros...
Me gustaría saber algunas veces qué esconden en su inconsciente, qué hacen para ser unos seres tan faltos de sentimientos...
Sí, estoy siendo imparcial.
¡Claro que las personas tienen sentimientos!
Sentimientos y emociones, que nunca serán lo mismo.
Todas esas personas sienten, sólo que algunos somos más expresivos que otros. Algunos somos más dañados por lo mismo.
Y sí, pareciera que me complico hasta por demás por lo que los demás sienten, pero, se supone que estoy estudiando para poder analizar y comprender todo ese tipo de situaciones.
Me gusta mucho quedarme de pie junto a la ventana de mi salón de clases, ver a todos los estudiantes, maestros y demás gentes caminar de arriba a abajo, yendo y viniendo. A muchos es fácil de descubrir que les ocurre; una ansiedad, molestia, enfermedad, apuro, situación inesperada... Algo por lo cual van a toda velocidad hacia otro lugar...
Otros, no.
Ese grupo de personas son tan reservados que ni viéndoles a los ojos puedes descubrir que les ocurre.
Sí, dicen que los ojos son la ventana del alma y todas esas cosas metafóricas. Pero es real.
Conozco a dos personas que fueron y, quizá sigan siendo, allegadas a mí. Una de ellas no es muy expresiva que digamos, tiene siempre una cara seria encima y es muy raro verle reír... Pero lo que me ha llamado la atención desde que le conozco, son sus ojos. En ese par de ojos oscuros hay algo que me insta a descubrir más sobre su persona, oculta algún tipo de situación que le hace sentir mal y es muy fácil de percibir.
La otra persona es absolutamente lo contrario. Expresiva al máximo, sonrisas, risas, bromas, palabras sin sentido y todas esas sandeces. Lo malo aquí es que, me he dado cuenta de que también oculta algo, pero lo tiene tan oculto que nada me permite pensar qué pueda ser... Otro factor es que no le conozco a totalidad para poder decir «Es tal situación la que le hace estar/sentir/ser así».
Soy una persona que adora deducir. Pensar sobre los posibles «por qué» de las situaciones, analizar, investigar, ser una «entrometida» en la vida de los demás, no por hacer daño o causar algún inconveniente, simplemente porque deseo ayudar.
Me nace el ayudar a las personas.
No importando que daño, desprecios, rechazos, desaires, burlas o menosprecios me hagan; yo estoy ahí para ayudar a quién lo necesite cuando sea que lo requiera.
Muchas personas me consideran «extraña» o «antipática» [que lo soy un tanto, lo admito] ya que digo que no soy amiga de nadie.
¡Es porque es cierto!
No me considero amiga de nadie, soy nada más una conocida del montón. No me gusta formar lazos de amistad que poco a poco se irán rompiendo como una cuerda desgastada y, al final, que ellos se vayan de mi vida sin dejar rastro mientras que yo me quedo sufriendo como siempre.
Me hace daño que las personas se vayan. No importa que tan poca o que tanta importancia-cariño les haya tenido, siempre es igual.
Muchas personas me han dicho cosas como:
- ¡Tú eres muy importante en mi vida!
- Eres la persona más especial para mí.
- Has sido de gran ayuda, gracias amiga mía.
- Quiero que estés a mi lado todo el tiempo que se pueda.
- No tienes idea del gran aprecio que te tengo.
- Es que, en serio, eres genial.
- ... Y otro tanto montón de palabras sin sentido...
Al final, muchos de ellos, se han ido de mi vida. Esos «amigos» se han ido esfumando en el aire como lo hace el humo de un vano y estúpido cigarrillo.
... Han sido tan efímeros como lo es mi felicidad.
Hace un tiempo había alguien que me buscaba nada más para hacerme sentir mal y así «aumentar» su ego. Gracias al cielo ha dejado de hablarme, pero, algunas veces me considero como un objeto al que sólo buscan para hacer feliz a los demás.
Un juguete.
Un juego de esos con los que se entretiene fácilmente a la gente.
Algo así como una muñeca o un cartucho del Tetris en una GameBoy.
Pero, sinceramente, ya no me importa.
Lo único importante, para mí, siempre será el poder hacer feliz a quien lo requiera.
No, no me estoy menospreciando ni algo que se le parezca.
Me gusta saber que hago sonreír a alguien.
Que por alguna cosa que haga, diga o escriba, le haga reír o soltar una pequeña sonrisa.
El ver feliz a las personas que son parte de mi vida es lo que me motiva a seguir adelante.
Ser de utilidad o ayuda para alguien es lo que me hace seguir con vida.
Quizá sea algo que ya se ha quedado en mi sistema límbico de por vida. Y me hace feliz el poder, valga la redundancia, hacer feliz a alguien más.
Animarle, apoyarle, ayudarle, estar con él/ella tanto en los tiempos buenos como en los difíciles, estar a su lado cuando llegue a hacer grandes cosas y mucho más...
Me gusta hacerlo porque... Sé lo que es estar triste, solo y sin apoyo de alguien...
Nada más porque no quiero que sufra todo, todo lo que yo he sufrido por tanto tiempo...
Nada más por eso...
Aunque al final...
Nadie haga lo mismo por mí...
Saludos criatura terrenal. Ahora que he tenido un tiempo libre he decidido escribir algo para rellenar el blog. Se supone que debería de estar "Stu(dying)" para mis exámenes finales, se supone [nótese lo responsable que soy]. Hoy no tengo nada que decir, creo que la publicación lo explica todo así que... No sé. Esto es algo muy personal, algunas personas que me conocen y leen pueden entender a muchas cosas a las que me refiero al igual que conocerán algo nuevo sobre mí, pero ¿a quién le importa?
Gracias por leer, por estar al otro lado de la pantalla intentando comprender todas las sandeces sin sentido que he ocupado en esta oportunidad.
Cuídate mucho y te mando un fuerte abrazo hasta donde quiera que te encuentres, espero tengas un buen tiempo paseando por ahí, nos leemos a la próxima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario