sábado, 7 de agosto de 2021

Aquí.


Te vi, esa tarde antes de salir de casa, te vi.
Estabas tranquilo, con tu típica sonrisa, frente a tus plantas, con un sombrero puesto de forma graciosa.
Así como ya acostumbrabas.
Y te gustaba.
Te causaba risa.
Te vi y me acerqué a ti, pero con un poco de temor.
No quería que tú resultaras enfermo por mi culpa.
Ya tenías suficiente con la cruz que cargabas sobre tus hombros por unos tantos años y que se notaba entre las pequeñas grietas y manchas claras sobre tu piel.
Me despedí de ti, como acostumbraba cuando iba a salir.
Me sonreíste con la mirada, con esa mirada tan pacífica, comprensiva, tierna y atenta.
«Nos vemos más tarde, gracias», dijo tu grave voz.
Aún resuena como un eco entre los pasillos de mi mente.
Transparent White Star