domingo, 19 de mayo de 2019

Veinte y Nueve.

Cinco.
Un número que consideraba de mi suerte, es el día de mi nacimiento, son los integrantes de mi familia y eran mis amigos más cercanos... Gente que ahora ya no está conmigo.
Un número que se ha vuelto tan vacío como lo soy yo ahora.
Pude haber esperado, sí, lo sé muy bien pero a decir verdad, ahora me da igual. El tiempo me dejó de importar hace cinco meses atrás y solamente quedé aquí, en medio de la nada, con muchas ganas de plasmar en letras todo aquello que mi voz nunca ha sido capaz de expresar.
Soy pésima si de hablar de ti se trata; la voz se me entrecorta, la garganta se me seca, las lágrimas se quedan al borde de mis ojos, me falta el aire... Todo lo demás que me pasó esas últimas veces al verte y que aparenté tras mi mala sonrisa.
A veces, después de que tu recuerdo regresa a descansar de dónde vino, me gusta quedarme pensando en algo para escribirte. Tantas cosas flotan desordenadas por mi cabeza y me gusta que sea así, porque puedo tomar una sin tanta molestia y escribir cuánto se me venga en gana.
Es bonito que, aunque ya no te tenga aquí, conmigo, pueda disfrutar de cosas tan bonitas; volver a vivir todas esas cosas que compartimos juntos.
Y hoy, creo que toca compartir un poco de lo que te he escrito.
No porque quiero que lo leas, puesto que sé que no lo vas a hacer, sino que... Bueno, solo quiero dejarte tan inmortal como eres, también aquí. Como ya lo había hecho antes, como siguen aquí, escondidas en algún lugar de éste vano espacio en el universo...


Esa noche,
entre lágrimas y sonrisas,
pude decirte
lo mucho
que te amo.

Vos sonreíste,
me abrazaste,
me besaste,
sin saber que sería
la última vez
que lo harías.

Sé que
cambiaste.
Sabés que
yo también
lo he hecho.
Mas lo que siento
por vos
no se ha movido
ni un poquito.

Me gusta mucho,
muchísimo,
encontrarte en todo
lo que hago,
veo,
respiro.

Te sigo sintiendo
aquí,
a mi lado,
aunque no sepa
ni tenga idea
de dónde
estés.

Puedo decir
que veo el brillo
de tus ojos
a través
de la Luna;
aunque ella sabe
que yo busco
algo más que
un simple
brillo...

Busco tu brillo.

Sé que estás
bien,
que no necesitas
nada más,
ni siquiera
de mí;
y yo con eso
estoy mucho más
que simplemente
«bien».

Quizás,
algún día,
a la vida se le dé
por reírse un rato
más,
por tomarnos como
piezas de
ajedrez.
Nos hará
encontrarnos,
el mundo es tan
pequeño
y da
tantas vueltas...

Cuando lo hagamos,
cuando volvamos
a vernos,
solo por que sí,
lo primero que quiero
hacer
es
abrazarte
y decirte:

«Qué guapo
te mirás
hoy».





Sé bien que, las palabras pueden tener muy poco significado.
Que son ridículas.
Que puede tener más relevancia una acción que un par de simples oraciones.
Pero, aquí, entre la mayor sinceridad que te puedo demostrar,
solo quiero que sepás que mi promesa sigue en pie,
va a seguir así hasta el día que suelte mi último respiro.
¿Te acordás de ella, verdad?
«No importa lo que pase entre nosotros, yo siempre voy a estar aquí para vos».
Anhelo tanto que se llegue el día en que pueda verte,
para abrazarte, romperme en mil pedazos
y sonreír una última vez
bajo la mirada de tus tiernos ojos.
Aunque, si alguna vez ya no me encontrás,
por azares de la vida,
no deberías de preocuparte.
Solo hablale a la Luna y a las estrellas,
que entre ellas,
fácilmente me vas a encontrar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Transparent White Star