Por cuánto hace, por cuánto dice, por cuánto piensa y por cuánto se calla.
Ella no es normal, por más que lo aparente.
Siempre tiene defectos, por más que trate de ocultarlos.
Es irritante tenerla a mi lado, cuando lo único que quiero es alejarme de ella.
Siempre hablando, siempre sonriendo, siempre ayudando a los demás, cuando ni siquiera puede ayudarse a sí misma.
Sería bueno que ella dejara de fingir.
Creo que le sería de gran ayuda.
Pero parece que a ella le gustan las mentiras.
Es una mentirosa.
Una mentirosa de cuidado.
De esas que dan miedo.
Y a mí también me da miedo.
Pero la odio mucho más.
La veo sola en su casa.
No busca la compañía de nadie.
Y eso me extraña.
Porque todos los humanos somos sociales.
Excepto por ella.
He visto que a veces está acompañada y la he visto reír.
Pero yo sé, que en el fondo, ella se sigue sintiendo sola.
Porque esa idea.
Esa idea no se va de su cabeza.
La he escuchado hablar.
De lo que significa la perfección.
¡Es gracioso lo que dice!
Puesto que es una mentira y lo que dice, también lo es.
Ella cree ser perfecta.
Pero no lo es.
Cualquier otra persona lo es.
Pero ella no.
Una vez leí en su diario, que ella tiene miedo a cometer errores.
... Cuando ella de por sí es un error sobre la tierra.
Llora en silencio.
Se arranca el cabello.
Golpea su cabeza con fuerza contra la pared.
Se rasca la piel hasta lastimarse.
Rechina los dientes.
Empieza a respirar fuerte.
Se retuerce.
Se insulta.
Se menosprecia.
Se odia.
Ella se odia.
Así como yo lo hago.
Dice que todo sería mejor si muriera.
Dice que la vida de todos dejaría de pesar tanto si dejara de existir.
Dice que todo sería más fácil.
Y quizás tenga razón.
Porque su existencia no vale nada.
Ni va a valer.
Odio verla fingir.
Saber que finge esa bonita sonrisa me hace odiarla más.
Ella dice que es fácil reemplazar a una persona.
Dirigir esos sentimientos a otra persona.
Y sería bueno que la reemplazaran a ella.
Para que deje de hablar tonterías.
El tiempo para ella no es nada.
Se la pasa divagando todo el día en su mente.
Quisiera saber qué tiene ahí dentro.
Para que me provoque odiarla tanto.
Ya no quiero volver a verla por la calle.
Ya no quiero saber que ella ha estado por aquí.
Sentada sobre la orilla de la calle, viendo los autos pasar.
Ella es una inútil.
No hace nada más que menospreciarse con el pasar de las horas.
Ella es una tonta.
No hace más que creer todo lo que le dicen los demás.
Es una estúpida ingenua.
Qué no daría por callarla.
Por demostrarle qué tanto la odio.
Una vez dijo que no le gustaba que estuvieran con ella por lástima.
Y es lo único que provoca en los demás.
Una persona tan vacía como ella, solo da lástima.
Lástima.
Lástima.
Lástima.
Aunque la lástima, la ha de lastimar mucho.
Y eso me gusta.
Me gusta que ella sufra.
Que se complique de más la vida.
Que no le encuentre sentido a nada.
... Porque así de injusta es la vida.
Porque este es el mundo real.
Y no sus malditas fantasías.
Ella se odia.
Se odia mucho por eso.
Y yo también la odio.
Porque ella.
Soy yo.
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